Este blog ha sido creado con el objetivo de poner en manos del gran público una dinámica que le permitirá combatir lo que a menudo y de forma errónea nos empeñamos en catalogar como "mala suerte en la vida" sin reparar en que somos nosotros mismos quienes creamos y construimos nuestra propia suerte y quienes la predisponemos en nuestro favor o en nuestra contra. Y también nuestra propia actitud ante la vida y el mundo, el filtro de nuestra propia percepción del entorno lo que nos hace vivirlo como un aprendizaje o como un castigo, incluso en el peor de los casos, como una fatal consecuencia del triste destino. En suma, como una fatalista creencia en una ley mecánica que nos impide organizar y dirigir nuestra propia vida.
Para ello disponemos de todas las herramientas de poder a nuestro alcance. Si las leyes del Universo nos han permitido estar dotados de libre albedrío es oportuno que lo usemos a nuestro favor y en nuestro beneficio. Las doctrinas orientales reconocen una ley llamada karma que no es otra cosa que la evolución y el aprendizaje y al mismo tiempo es algo más que la nefasta consecuencia de un error cometido a menudo por falta de experiencia o de conocimiento; es tan sencillo como dar y recibir. No necesariamente nuestro karma está reñido con el éxito en la vida ni mucho menos con la felicidad. Se suele hablar de este tema demasiado escuetamente como dando por sentado que las deudas kármicas han de invalidarnos física y moralmente o limitarnos el disfrute de cuanto de positivo nos pueda ofrecer la vida y no teniendo en cuenta que el karma puede tener también una parte positiva como consecuencia de las buenas acciones, la cual cosa recibe el nombre de dharma. Mediante una misión relevante e importante que desempeñemos nuestro karma negativo quedaría levantado y podríamos ganar puntos positivos en nuestra evolución.
Con esta finalidad disponemos del tarot evolutivo que nos ayuda a crecer a nivel personal y espiritual. Los tarots encaminados a este fin que hoy día podemos encontrar son muchos y muy variados, pero todos tienen un punto en común: nuestra propia evolución en todos los planos para poder ir quemando etapas.
Kiriel.
Junto al tradicional tarot adivinatorio formado por el Mago, la Sacerdotisa, la Emperatriz, el Emperador, el Sumo Sacerdote, los Enamorados, el Carro, la Justicia, el Ermitaño, la Rueda de la Fortuna, la Fuerza, el Ahorcado, la Muerte, la Templanza, el Diablo, la Torre, las Estrellas, la Luna, el Sol, el Juicio, el Mundo, el Loco y los cuatro palos de oros, copas, espadas y bastos a los que se han añadido dieces y reinas, encontramos otro tipo de tarots con otro diseño y otra denominación. Así no es difícil encontrar en el mercado un tarot egipcio, un tarot chino, un tarot artúrico, etc. Se afirma que un tarot es siempre un tarot adopte el sobrenombre que adopte y que los significados son siempre los mismos con la única variación del diseño de uno a otro.
Sin embargo, sostenemos que todo tiene su razón de ser y nada es un capricho ni es fruto del azar. Entre los tarots de crecimiento personal encontramos los llamados "tarots negros" que se utilizan para explorar la parte más recóndita del subconsciente. No será un tarot al que preguntar si el consultante encontrará trabajo porque dicha pregunta no nos la va a responder. En todo caso servirá para averiguar por qué el consultante no encuentra trabajo. Lo que el propio consultante vea en los símbolos de las cartas más que nuestra propia interpretación-más idónea para el tarot adivinatorio-será en realidad los factores que le bloquean o le condicionan. Para ello extraeremos o haremos extraer una carta al consultante y le dejaremos hablar sobre lo que vaya viendo en el dibujo de la lámina.
La cuestión es que este tarot va a obrar como un verdadero test de Roscharch-el famoso test de las manchas de tinta-ya que cada consultante proyectará sobre los dibujos de las cartas lo que su subconsciente tenga almacenado y lo que su psiquis tenga asimilado. Si ve, por ejemplo, muchas zonas oscuras en el dibujo del arcano y esas zonas oscuras le producen aprensión podríamos determinar que esta persona tiene miedo a atravesar campos oscuros o experimenta un agudo temor al peligro. Y desgranando un poco más, podremos deducir que siente temor a los cambios o a los comienzos, a enfrentarse con un tema que desconoce. Podría no tener entonces muy claro si va a responder bien en el empleo que busca y su inconsciente le estaría gastando un sinfín de jugarretas: titubeo en una entrevista de trabajo, equivocaciones en los test psicotécnicos, etc. Entonces, dicha persona deberá realizar un trabajo interno y tratar de desbloquear muchos resortes que tiene sólidamente cerrados. Pues bien, esto es lo que las personas desesperadas que recurren a las obras mágicas a las primeras de cambio no entienden cuando afirman tener cerrados sus caminos por lo que deberemos ser cautos ante los clientes que nos digan sin más "hazme un abrecaminos". Porque el molesto y pedigüeño "hazme" es un reflejo manifiesto de que no pensamos hacer nada nosotros mismos. Y no nos cansaremos de repetir que solamente es lícito recurrir a las limpiezas y a los abrecaminos cuando la persona no logra por sí sola abandonar el pozo negro que la tiene engullida. Y con eso y con todo tanto la limpieza como el abrecaminos deben ser realizados por el propio interesado. Pero esto será ya tema del apartado que le corresponde.
Entre los tarots negros diseñados con fines de crecimiento personal hallamos el Black Tarot o Tarot Negro-creado por Pilar San Martín y diseñado por Luis Royo, un genio en la ilustración de temas medievales-el cual nos descubre el ángel y el demonio que habita en nuestro interior, aunque el editor los llama "la bella y la bestia que llevamos dentro" para que el público no se asuste. Más recientemente aparece el tarot del Necronomicón-cuyas figuras tanto de los arcanos mayores como de los arcanos menores están basados en el Necronomicón de Abdhu´l-Alazhred o en el "testimonio del árabe loco"-. El orígen de este libro si es que existió realmente es muy discutido. Unos afirman que fue una creación de Howard Phillips Lovecraft, autor de los mitos de Cthulhu, otros que dicho libro es un manuscrito que ha permanecido oculto y velado del que se hicieron versiones espúreas. Independientemente de las diversas hipótesis que en torno a este libro o manuscrito se formularon, las figuras y los personajes en él aparecidos han servido de base para inspirar tanto a ocultistas como a escritores de fantasía y ciencia-ficción. Y dichas figuras han llegado a reflejar bajo muchos aspectos las facetas más desagradables de la conciencia humana.
Tomemos a modo de ejemplo el arcano número 0 del tarot del Necronomicón en el que está representado el dios sumerio Azatoth(equivalente al arcano del Loco del tarot tradicional). En él vemos acomodado sobre un lecho de excrementos líquidos a un ser obeso, grasiento, desaliñado y con expresión de actuar ajeno al mundo real y consciente. Si de algún modo nos viéramos reflejados nosotros mismos en ese monstruo al extraer este arcano del mazo en una consulta es posible que estuviéramos todavía alimentando al niño que llevamos dentro, ese niño que no quiere crecer ni entrar en el mundo maduro de los adultos. Estamos alimentando en exceso a un niño monstruosamente gordo y antipático que habita en nuestro interior: ni quiere crecer ni nosotros se lo estamos permitiendo. Estamos cebándole con alimentos dañinos-la comodonería, el vicio, las malas costumbres, la pasión desmedida por el juego, las adicciones-para que no inicie el menor movimiento en la dirección correcta evolutiva y permanezca estancado en un plano cualquiera sin dejarle evolucionar y paralizando su progreso. Revisemos nuestra manera de proceder antes de pensar en un camino cerrado o en una cuestión de mala suerte; posiblemente estemos amenazados por el niño cebón, inmaduro y dependiente que todavía habita en las profundidades de nuestro ello.
Otro tipo de "tarot negro" sería el famoso tarot de los vampiros, el cual podría poner de manifiesto nuestra parte egolátrica, parasitaria y absorbente. Un vampiro-que no ha de ser necesariamente ese espectro dotado de afilados colmillos que nos ha de chupar la sangre ni tiene nada que ver con este-es un ser que sustrae consciente o inconscientemente las energías vitales de quienes le rodean. Pocas veces somos capaces de reconocer dónde y como acaparamos, pretendemos albergar o abarcar, llenamos los tiempos y los espacios ajenos, e impedimos a otras personas concentrarse en lo suyo para que nuestras necesidades o prioridades se vean de inmediato atendidas y satisfechas. Si es una figura masculina-de los arcanos del Emperador, del Sumo Sacerdote, del Mago, etc-la que nos produce rechazo a primera vista podría ser debido a nuestro despotismo inconsciente, y si se trata de una figura femenina-la Emperatriz, la Luna, el Mundo, etc.-se estaría poniendo de manifiesto nuestra astucia utilizada con finalidades ególatras o nuestro sexto sentido mal dirigido y mal utilizado. No en vano se recomienda a quienes solamente estén dispuestos a escuchar buenas noticias-mentiras piadosas en la mayoría de los casos-o halagos que les regalen los oídos no sumergirse en este tipo de lecturas que nos hacen enfrentarnos con nuestras propias sombras.
Cómo liberarnos de nuestras sombras.
Con ejercicios tan sencillos como los que proponen todos y cada uno de los diferentes tarots de crecimiento personal. Estos ejercicios son análogos a las llamadas "katabasis" o descenso a los Infiernos. En algunas órdenes iniciáticas y escuelas ocultistas se lleva a cabo un complicado y elaborado ritual para viajar a los infiernos, pero la simple adquisición de un "tarot negro" puede facilitar mucho este proceso sin que quien desee experimentarlo necesite perder la conciencia durante ese tiempo como sucede a los iniciados de dichas órdenes que son sometidos a hipnosis para ello. He aquí la consulta y el ritual de viaje al Infierno que todos podemos hacer más o menos durante el café de la tarde: toma un tarot negro, de los vampiros o del Necronomicón, barájalo igual que para una consulta normal, extrae un arcano al azar del mazo y examínalo a ver qué te sugieren sus imágenes. Lo que veas y te llame la atención serán seguramente aspectos que tendrás que trabajar. Ritual: toma lápiz y papel y hazte una lista con todo lo negativo que comentan de tí y que haya llegado a tus oídos para transformarlo en positivo. Si dicen, por ejemplo, que eres "chinchorro", puedes intentar escuchar más a los demás. Este es el descenso a los Infiernos o a los estados inferiores o interiores del ser(Verdadero significado de la palabra Infierno, derivado del vocablo "IN FERNUS" que quiere decir interior o inferior). El Infierno, a diferencia de como lo contempla la creencia popular, no es un lugar material ni una cosa física si no un estado de conciencia. Y meditando en todo esto llegamos a la conclusión de que el verdadero reino de las sombras no es más que la parte más recóndita de nuestro propio ello o subsconsciente. Como el verdadero reino de los cielos, en palabras del filósofo alemán Nietzsche, sería más bien un estado del corazón en lugar de una dimensión ultraterrestre o post mortem.
EL MIEDO A ECHARSE LAS CARTAS
Varias son las actitudes que acompañan a una persona que acude por primera vez-y aunque no sea la primera ni la última-a una consulta de tarot. El hecho es que las actitudes lo mismo que los carácteres, son tantas cuantas son las personas; se acude con curiosidad, con ansias de saber, esperando hallar la solución al problema que nos lleva a la consulta y-esto es lo más común-con cierto miedo esperando oír malas noticias.
Los generadores de este miedo, más bien esta desconfianza, son como siempre los adivinos o que como tales se presentan que parecen disfrutar siendo portadores de mensajes funestos a cambio de un honorario, la mayoría de las veces, muy elevado. Y no es ya porque se interpreten los arcanos sin conocimiento o porque se malinterpreten determinados símbolos e iconos al pie de la letra. Lo grave del caso es que la persona de la que esperábamos ayuda nos acaba de hundir moralmente con la información que nos acaba de dar.
Si el problema fuera de los arcanos podríamos añadir que dos de ellos no gozan de muy buena reputación: la torre y la muerte. El primero amenaza ruina y desengaño amoroso y el segundo muerte por enfermedad o por accidente, en eso se fundan los mensajeros de malas noticias, a veces, olvidando que si se saben leer los arcanos correctamente ninguno de estos ni ningunos otros nos amenazan de muerte. La torre significa una ruptura; bien. Puede representar una ruptura con una amistad íntima y profunda como puede representar una ruptura con una situación embarazosa. La muerte no tiene porque representar una defunción: puede representar simplemente que algo ya usado reiteradas veces muere y desaparece y en su lugar algo nuevo no estrenado nunca nace y se pone en marcha. Muerte en términos generales es fín. Decimos que los ríos mueren al referirnos a una desembocadura. También simboliza cambios: un cambio de residencia, un cambio de trabajo, un cambio en la familia con nuevos miembros venidos de fuera que se incorporan, etc.
Vamos a someter a tres arcanos mayores a un breve análisis: la muerte, la torre y el diablo(tenida en magia por maléfica y antipática ya que en un diagnóstico de un trabajo mágico mediante la cartomancia esta carta advierte de una mala influencia o de un mal trabajo contra el sujeto a examinar). Los futurólogos que gustan de gafar y de echar el cenizo se apresurarán a decir "tienes un mal trabajo", "alguien te está sangrando", "vas a morir de una enfermedad o de un accidente", etc.
Estudiemos estos símbolos en profundidad y demos una interpretación más amplia: morimos(la Muerte), descendemos a la materia(el Diablo) y rompemos con esta(la Torre) como signo de que nos hemos elevado a lo espiritual.
Sin embargo, estos pseudo-adivinos apenas reparan en los emblemas cabalísticos y alquímicos. Quieren alardear de poder adelantar información futura sin otro objetivo que saltar a los medios de comunicación y ganar dinero rápidamente.
No obstante podemos deducir a qué nivel debe crecer el consultante a través de su propia interpretación de los arcanos y de su simbolismo. Si, como suele suceder, el consultante comienza a interpretar símbolos en la carta que le hemos entregado estaríamos ante una persona que extrae el mensaje profundo de las contrariedades que se le originan en su camino o saca de las mismas el mayor provecho posible. Por el contrario el consultante que se espanta ante la visión del arcano de la Muerte, por ejemplo, puede estar mostrando su miedo a morir o a enfermar o una cierta reticencia al cambio si para él la muerte simboliza un cambio, evidentemente. Si es el arcano del Diablo el que le produce aversión, manifestará inseguridad y miedo a la maldad del exterior-caso de que asocie esta figura al Mal más puro-y así sucesivamente.
ARCANO Nº 1: EL MAGO
Este arcano, el primero de todo el mazo, está representado por un mago sentado frente a su mesa con los símbolos de los cuatro elementos que hacer servir para sus objetivos: la copa, símbolo del agua, el pentaclo o denario,símbolo de la tierra, la antorcha, símbolo del fuego y la espada, símbolo del aire.
Sin embargo, examinando en profundidad el pentáculo, descubrimos un quinto elemento del que todavía no hemos hablado: el espíritu o la quintaesencia. No siempre que se menciona el tema de la magia con los elementos se tiene en cuenta este quinto elemento. Oímos hablar hasta la saciedad de la magia de los cuatro elementos, pero rara vez tomamos en consideración este último.
El mago protagonista de este primer arcano es un muchacho jóven, símbolo por consiguiente de la poca experiencia, pero también de la voluntad de aprender y descubrir cada día algo nuevo(como ese quinto elemento a veces olvidado, pero que también desempeña una labor importante).
CRECIMIENTO PERSONAL:
Te hallas en una etapa de búsqueda interior. La vida te depara experiencias que pueden aportarte algo constructivo y de las que puedes aprender. Has iniciado un proceso de crecimiento interior empezando por unas bases indispensables que constituirán un soporte en tu camino.
Mensaje en clave: tu fuerza interior y tu voluntad son tus inseparables compañeras y tienes todas las herramientas a tu alcance. Utilízalas.
ARCANO Nº 2: LA SACERDOTISA
El arcano segundo de la baraja está representado por una sacerdotisa sosteniendo un libro en su regazo y señalando con el dedo índice de su mano derecha un pasaje del mismo como dando a entender lo importante que puede ser para nosotros leerlo y comprenderlo del todo bien. Viste de rojo que es símbolo del espíritu, pero se cubre con un manto azul que refleja la introspección. Su trono se halla entre dos columnas llamadas en la kábala sagrada Jakin y Boaz. La columna derecha es blanca y la columna de la izquierda, negra. Nos indica que en nuestro recorrido por la vida se nos abren varios caminos, de nosotros depende elegir el camino recto y justo o elegir el camino más cómodo. Tanto en uno como en otro habrá consecuencias.
CRECIMIENTO PERSONAL.
Despierta. Presta atención. No pierdas nada de vista. Asume responsabilidades y sé consecuente con lo que decides. Nada determinará tu final ni nadie decidirá por ti. Las elecciones que se te presentan son múltiples. Medita larga y detenidamente, y cuando tengas la total seguridad de que ese es el camino que deseas elegir, marcha entonces por ese camino. Pero recuerda, tanto el camino como las consecuencias de haber marchado por el mismo lo has escogido tú. De manera que medita, reflexiona, sopesa, decide y después obra en consecuencia.
Para ello disponemos de todas las herramientas de poder a nuestro alcance. Si las leyes del Universo nos han permitido estar dotados de libre albedrío es oportuno que lo usemos a nuestro favor y en nuestro beneficio. Las doctrinas orientales reconocen una ley llamada karma que no es otra cosa que la evolución y el aprendizaje y al mismo tiempo es algo más que la nefasta consecuencia de un error cometido a menudo por falta de experiencia o de conocimiento; es tan sencillo como dar y recibir. No necesariamente nuestro karma está reñido con el éxito en la vida ni mucho menos con la felicidad. Se suele hablar de este tema demasiado escuetamente como dando por sentado que las deudas kármicas han de invalidarnos física y moralmente o limitarnos el disfrute de cuanto de positivo nos pueda ofrecer la vida y no teniendo en cuenta que el karma puede tener también una parte positiva como consecuencia de las buenas acciones, la cual cosa recibe el nombre de dharma. Mediante una misión relevante e importante que desempeñemos nuestro karma negativo quedaría levantado y podríamos ganar puntos positivos en nuestra evolución.
Con esta finalidad disponemos del tarot evolutivo que nos ayuda a crecer a nivel personal y espiritual. Los tarots encaminados a este fin que hoy día podemos encontrar son muchos y muy variados, pero todos tienen un punto en común: nuestra propia evolución en todos los planos para poder ir quemando etapas.
Kiriel.
Junto al tradicional tarot adivinatorio formado por el Mago, la Sacerdotisa, la Emperatriz, el Emperador, el Sumo Sacerdote, los Enamorados, el Carro, la Justicia, el Ermitaño, la Rueda de la Fortuna, la Fuerza, el Ahorcado, la Muerte, la Templanza, el Diablo, la Torre, las Estrellas, la Luna, el Sol, el Juicio, el Mundo, el Loco y los cuatro palos de oros, copas, espadas y bastos a los que se han añadido dieces y reinas, encontramos otro tipo de tarots con otro diseño y otra denominación. Así no es difícil encontrar en el mercado un tarot egipcio, un tarot chino, un tarot artúrico, etc. Se afirma que un tarot es siempre un tarot adopte el sobrenombre que adopte y que los significados son siempre los mismos con la única variación del diseño de uno a otro.
Sin embargo, sostenemos que todo tiene su razón de ser y nada es un capricho ni es fruto del azar. Entre los tarots de crecimiento personal encontramos los llamados "tarots negros" que se utilizan para explorar la parte más recóndita del subconsciente. No será un tarot al que preguntar si el consultante encontrará trabajo porque dicha pregunta no nos la va a responder. En todo caso servirá para averiguar por qué el consultante no encuentra trabajo. Lo que el propio consultante vea en los símbolos de las cartas más que nuestra propia interpretación-más idónea para el tarot adivinatorio-será en realidad los factores que le bloquean o le condicionan. Para ello extraeremos o haremos extraer una carta al consultante y le dejaremos hablar sobre lo que vaya viendo en el dibujo de la lámina.
La cuestión es que este tarot va a obrar como un verdadero test de Roscharch-el famoso test de las manchas de tinta-ya que cada consultante proyectará sobre los dibujos de las cartas lo que su subconsciente tenga almacenado y lo que su psiquis tenga asimilado. Si ve, por ejemplo, muchas zonas oscuras en el dibujo del arcano y esas zonas oscuras le producen aprensión podríamos determinar que esta persona tiene miedo a atravesar campos oscuros o experimenta un agudo temor al peligro. Y desgranando un poco más, podremos deducir que siente temor a los cambios o a los comienzos, a enfrentarse con un tema que desconoce. Podría no tener entonces muy claro si va a responder bien en el empleo que busca y su inconsciente le estaría gastando un sinfín de jugarretas: titubeo en una entrevista de trabajo, equivocaciones en los test psicotécnicos, etc. Entonces, dicha persona deberá realizar un trabajo interno y tratar de desbloquear muchos resortes que tiene sólidamente cerrados. Pues bien, esto es lo que las personas desesperadas que recurren a las obras mágicas a las primeras de cambio no entienden cuando afirman tener cerrados sus caminos por lo que deberemos ser cautos ante los clientes que nos digan sin más "hazme un abrecaminos". Porque el molesto y pedigüeño "hazme" es un reflejo manifiesto de que no pensamos hacer nada nosotros mismos. Y no nos cansaremos de repetir que solamente es lícito recurrir a las limpiezas y a los abrecaminos cuando la persona no logra por sí sola abandonar el pozo negro que la tiene engullida. Y con eso y con todo tanto la limpieza como el abrecaminos deben ser realizados por el propio interesado. Pero esto será ya tema del apartado que le corresponde.
Entre los tarots negros diseñados con fines de crecimiento personal hallamos el Black Tarot o Tarot Negro-creado por Pilar San Martín y diseñado por Luis Royo, un genio en la ilustración de temas medievales-el cual nos descubre el ángel y el demonio que habita en nuestro interior, aunque el editor los llama "la bella y la bestia que llevamos dentro" para que el público no se asuste. Más recientemente aparece el tarot del Necronomicón-cuyas figuras tanto de los arcanos mayores como de los arcanos menores están basados en el Necronomicón de Abdhu´l-Alazhred o en el "testimonio del árabe loco"-. El orígen de este libro si es que existió realmente es muy discutido. Unos afirman que fue una creación de Howard Phillips Lovecraft, autor de los mitos de Cthulhu, otros que dicho libro es un manuscrito que ha permanecido oculto y velado del que se hicieron versiones espúreas. Independientemente de las diversas hipótesis que en torno a este libro o manuscrito se formularon, las figuras y los personajes en él aparecidos han servido de base para inspirar tanto a ocultistas como a escritores de fantasía y ciencia-ficción. Y dichas figuras han llegado a reflejar bajo muchos aspectos las facetas más desagradables de la conciencia humana.
Tomemos a modo de ejemplo el arcano número 0 del tarot del Necronomicón en el que está representado el dios sumerio Azatoth(equivalente al arcano del Loco del tarot tradicional). En él vemos acomodado sobre un lecho de excrementos líquidos a un ser obeso, grasiento, desaliñado y con expresión de actuar ajeno al mundo real y consciente. Si de algún modo nos viéramos reflejados nosotros mismos en ese monstruo al extraer este arcano del mazo en una consulta es posible que estuviéramos todavía alimentando al niño que llevamos dentro, ese niño que no quiere crecer ni entrar en el mundo maduro de los adultos. Estamos alimentando en exceso a un niño monstruosamente gordo y antipático que habita en nuestro interior: ni quiere crecer ni nosotros se lo estamos permitiendo. Estamos cebándole con alimentos dañinos-la comodonería, el vicio, las malas costumbres, la pasión desmedida por el juego, las adicciones-para que no inicie el menor movimiento en la dirección correcta evolutiva y permanezca estancado en un plano cualquiera sin dejarle evolucionar y paralizando su progreso. Revisemos nuestra manera de proceder antes de pensar en un camino cerrado o en una cuestión de mala suerte; posiblemente estemos amenazados por el niño cebón, inmaduro y dependiente que todavía habita en las profundidades de nuestro ello.
Otro tipo de "tarot negro" sería el famoso tarot de los vampiros, el cual podría poner de manifiesto nuestra parte egolátrica, parasitaria y absorbente. Un vampiro-que no ha de ser necesariamente ese espectro dotado de afilados colmillos que nos ha de chupar la sangre ni tiene nada que ver con este-es un ser que sustrae consciente o inconscientemente las energías vitales de quienes le rodean. Pocas veces somos capaces de reconocer dónde y como acaparamos, pretendemos albergar o abarcar, llenamos los tiempos y los espacios ajenos, e impedimos a otras personas concentrarse en lo suyo para que nuestras necesidades o prioridades se vean de inmediato atendidas y satisfechas. Si es una figura masculina-de los arcanos del Emperador, del Sumo Sacerdote, del Mago, etc-la que nos produce rechazo a primera vista podría ser debido a nuestro despotismo inconsciente, y si se trata de una figura femenina-la Emperatriz, la Luna, el Mundo, etc.-se estaría poniendo de manifiesto nuestra astucia utilizada con finalidades ególatras o nuestro sexto sentido mal dirigido y mal utilizado. No en vano se recomienda a quienes solamente estén dispuestos a escuchar buenas noticias-mentiras piadosas en la mayoría de los casos-o halagos que les regalen los oídos no sumergirse en este tipo de lecturas que nos hacen enfrentarnos con nuestras propias sombras.
Cómo liberarnos de nuestras sombras.
Con ejercicios tan sencillos como los que proponen todos y cada uno de los diferentes tarots de crecimiento personal. Estos ejercicios son análogos a las llamadas "katabasis" o descenso a los Infiernos. En algunas órdenes iniciáticas y escuelas ocultistas se lleva a cabo un complicado y elaborado ritual para viajar a los infiernos, pero la simple adquisición de un "tarot negro" puede facilitar mucho este proceso sin que quien desee experimentarlo necesite perder la conciencia durante ese tiempo como sucede a los iniciados de dichas órdenes que son sometidos a hipnosis para ello. He aquí la consulta y el ritual de viaje al Infierno que todos podemos hacer más o menos durante el café de la tarde: toma un tarot negro, de los vampiros o del Necronomicón, barájalo igual que para una consulta normal, extrae un arcano al azar del mazo y examínalo a ver qué te sugieren sus imágenes. Lo que veas y te llame la atención serán seguramente aspectos que tendrás que trabajar. Ritual: toma lápiz y papel y hazte una lista con todo lo negativo que comentan de tí y que haya llegado a tus oídos para transformarlo en positivo. Si dicen, por ejemplo, que eres "chinchorro", puedes intentar escuchar más a los demás. Este es el descenso a los Infiernos o a los estados inferiores o interiores del ser(Verdadero significado de la palabra Infierno, derivado del vocablo "IN FERNUS" que quiere decir interior o inferior). El Infierno, a diferencia de como lo contempla la creencia popular, no es un lugar material ni una cosa física si no un estado de conciencia. Y meditando en todo esto llegamos a la conclusión de que el verdadero reino de las sombras no es más que la parte más recóndita de nuestro propio ello o subsconsciente. Como el verdadero reino de los cielos, en palabras del filósofo alemán Nietzsche, sería más bien un estado del corazón en lugar de una dimensión ultraterrestre o post mortem.
EL MIEDO A ECHARSE LAS CARTAS
Varias son las actitudes que acompañan a una persona que acude por primera vez-y aunque no sea la primera ni la última-a una consulta de tarot. El hecho es que las actitudes lo mismo que los carácteres, son tantas cuantas son las personas; se acude con curiosidad, con ansias de saber, esperando hallar la solución al problema que nos lleva a la consulta y-esto es lo más común-con cierto miedo esperando oír malas noticias.
Los generadores de este miedo, más bien esta desconfianza, son como siempre los adivinos o que como tales se presentan que parecen disfrutar siendo portadores de mensajes funestos a cambio de un honorario, la mayoría de las veces, muy elevado. Y no es ya porque se interpreten los arcanos sin conocimiento o porque se malinterpreten determinados símbolos e iconos al pie de la letra. Lo grave del caso es que la persona de la que esperábamos ayuda nos acaba de hundir moralmente con la información que nos acaba de dar.
Si el problema fuera de los arcanos podríamos añadir que dos de ellos no gozan de muy buena reputación: la torre y la muerte. El primero amenaza ruina y desengaño amoroso y el segundo muerte por enfermedad o por accidente, en eso se fundan los mensajeros de malas noticias, a veces, olvidando que si se saben leer los arcanos correctamente ninguno de estos ni ningunos otros nos amenazan de muerte. La torre significa una ruptura; bien. Puede representar una ruptura con una amistad íntima y profunda como puede representar una ruptura con una situación embarazosa. La muerte no tiene porque representar una defunción: puede representar simplemente que algo ya usado reiteradas veces muere y desaparece y en su lugar algo nuevo no estrenado nunca nace y se pone en marcha. Muerte en términos generales es fín. Decimos que los ríos mueren al referirnos a una desembocadura. También simboliza cambios: un cambio de residencia, un cambio de trabajo, un cambio en la familia con nuevos miembros venidos de fuera que se incorporan, etc.
Vamos a someter a tres arcanos mayores a un breve análisis: la muerte, la torre y el diablo(tenida en magia por maléfica y antipática ya que en un diagnóstico de un trabajo mágico mediante la cartomancia esta carta advierte de una mala influencia o de un mal trabajo contra el sujeto a examinar). Los futurólogos que gustan de gafar y de echar el cenizo se apresurarán a decir "tienes un mal trabajo", "alguien te está sangrando", "vas a morir de una enfermedad o de un accidente", etc.
Estudiemos estos símbolos en profundidad y demos una interpretación más amplia: morimos(la Muerte), descendemos a la materia(el Diablo) y rompemos con esta(la Torre) como signo de que nos hemos elevado a lo espiritual.
Sin embargo, estos pseudo-adivinos apenas reparan en los emblemas cabalísticos y alquímicos. Quieren alardear de poder adelantar información futura sin otro objetivo que saltar a los medios de comunicación y ganar dinero rápidamente.
No obstante podemos deducir a qué nivel debe crecer el consultante a través de su propia interpretación de los arcanos y de su simbolismo. Si, como suele suceder, el consultante comienza a interpretar símbolos en la carta que le hemos entregado estaríamos ante una persona que extrae el mensaje profundo de las contrariedades que se le originan en su camino o saca de las mismas el mayor provecho posible. Por el contrario el consultante que se espanta ante la visión del arcano de la Muerte, por ejemplo, puede estar mostrando su miedo a morir o a enfermar o una cierta reticencia al cambio si para él la muerte simboliza un cambio, evidentemente. Si es el arcano del Diablo el que le produce aversión, manifestará inseguridad y miedo a la maldad del exterior-caso de que asocie esta figura al Mal más puro-y así sucesivamente.
ARCANO Nº 1: EL MAGO
Este arcano, el primero de todo el mazo, está representado por un mago sentado frente a su mesa con los símbolos de los cuatro elementos que hacer servir para sus objetivos: la copa, símbolo del agua, el pentaclo o denario,símbolo de la tierra, la antorcha, símbolo del fuego y la espada, símbolo del aire.
Sin embargo, examinando en profundidad el pentáculo, descubrimos un quinto elemento del que todavía no hemos hablado: el espíritu o la quintaesencia. No siempre que se menciona el tema de la magia con los elementos se tiene en cuenta este quinto elemento. Oímos hablar hasta la saciedad de la magia de los cuatro elementos, pero rara vez tomamos en consideración este último.
El mago protagonista de este primer arcano es un muchacho jóven, símbolo por consiguiente de la poca experiencia, pero también de la voluntad de aprender y descubrir cada día algo nuevo(como ese quinto elemento a veces olvidado, pero que también desempeña una labor importante).
CRECIMIENTO PERSONAL:
Te hallas en una etapa de búsqueda interior. La vida te depara experiencias que pueden aportarte algo constructivo y de las que puedes aprender. Has iniciado un proceso de crecimiento interior empezando por unas bases indispensables que constituirán un soporte en tu camino.
Mensaje en clave: tu fuerza interior y tu voluntad son tus inseparables compañeras y tienes todas las herramientas a tu alcance. Utilízalas.
ARCANO Nº 2: LA SACERDOTISA
El arcano segundo de la baraja está representado por una sacerdotisa sosteniendo un libro en su regazo y señalando con el dedo índice de su mano derecha un pasaje del mismo como dando a entender lo importante que puede ser para nosotros leerlo y comprenderlo del todo bien. Viste de rojo que es símbolo del espíritu, pero se cubre con un manto azul que refleja la introspección. Su trono se halla entre dos columnas llamadas en la kábala sagrada Jakin y Boaz. La columna derecha es blanca y la columna de la izquierda, negra. Nos indica que en nuestro recorrido por la vida se nos abren varios caminos, de nosotros depende elegir el camino recto y justo o elegir el camino más cómodo. Tanto en uno como en otro habrá consecuencias.
CRECIMIENTO PERSONAL.
Despierta. Presta atención. No pierdas nada de vista. Asume responsabilidades y sé consecuente con lo que decides. Nada determinará tu final ni nadie decidirá por ti. Las elecciones que se te presentan son múltiples. Medita larga y detenidamente, y cuando tengas la total seguridad de que ese es el camino que deseas elegir, marcha entonces por ese camino. Pero recuerda, tanto el camino como las consecuencias de haber marchado por el mismo lo has escogido tú. De manera que medita, reflexiona, sopesa, decide y después obra en consecuencia.
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